Este mes, el Chicala fue la estrella del proyecto en Socotá. Este árbol de flores amarillas es originario de la región y tiene muchas propiedades: ayuda a regular el clima, controla la erosión del suelo, capta las partículas en suspensión y también protege las fuentes de agua.

Conscientes de su importancia para el territorio, lo cultivamos en nuestros dos viveros. Las semillas sembradas en enero en la parte baja de La Vega han germinado bien y ya se han trasplantado unas 350 plantas, que estarán listas para ser plantadas en el campo en los próximos meses.

En la zona alta de Comeza, se plantaron unos 50 árboles de Chicalá a principios de este mes. Unos 30 alumnos del colegio también siguieron el impulso llevándose plántulas de Chicala a casa para plantarlas en sus jardines después de nuestra capacitación mensual con su clase.