Durante los talleres, los niños y niñas recorrieron áreas de bosques y áreas de cultivo, donde pudieron reconocer diferentes árboles frutales, especies amenazadas, alimento de animales silvestres y semillas. A través de las actividades de dibujo, los niños y niñas pudieron expresar su vínculo con sus comunidades, con el bosque, paisajes y animales. Se aprovechó en conversar sobre el cuidado que necesitan las Taricayas, para que sigan existiendo, al igual que árboles amenazados como la Caoba, el Cedro, o la Cumala.