El día viernes 3 de febrero del año 2023, vivimos una de las mayores catástrofes registradas en nuestro sector de Checura, Valle del Itata, Región de Ñuble. El fuego, en cosa de segundos, reducía en cenizas bosques, viñedos antiguos, casas, y recuerdos de toda una vida, dejando una gran huella emocional y psicológica para mí y mi familia. Parte del incendio afectó a uno de los esteros más importantes de la cuenca de Checura, el cual actuó como una barrera natural frenando la propagación del fuego, demostrando que conservar nuestros cursos de agua nos permitiría ser más resilientes como comunidad frente a los inminentes incendios forestales y la sequía que nos afectan año tras año.

Con tu aporte nos estarás ayudando a co-crear un nuevo paisaje regenerativo agroforestal , con el fin de recuperar nuestros principales sustentos que son el suelo vivo y el agua.

Creemos que como sociedad debemos progresar hacia una planificación territorial que regularice el uso de los suelos y las grandes extensiones de monocultivos. Necesitamos un paisaje más diverso que conviva y respete a la flora y fauna nativa, creando comunidades en torno a la conservación de nuestra cultura natural.

*Nuestra gran inspiración es este pequeño trozo de terreno en lo profundo de nuestra cuenca, en donde el fuego no logró penetrar más allá gracias al agua y la humedad que resguardan árboles y especies nativas como Robles, Chilkos, Nalkas, Helechos y nuestro gran Canelo, árbol sagrado en la cultura mapuche. Para mi, fue Chaw Ngünechen (Dios) quien dejó intacto estos canelos sagrados, para recordar que en mi habita el Newen (fuerza) interno para seguir adelante y volver a reverdecer con la ayuda de mis manos y la gente nuestro territorio. Un recordatorio que lo realmente importante en esta vida para el buen vivir es aprender a convivir y respetar a la naturaleza.